WEB 2.0 es la nueva manera de comunicarse, formarse y aprender a través de internet. COM 0.2 es la atalaya para ver y aterrizar todo aquello que los Think Thanks de las COMUNICACIONES 2.0 piensan, ven y experimentan

viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Quién teme a los cambios de Facebook?

Facebook

Facebook y revueltas son dos conceptos que van de la mano. Se ha comprobado este año, cuando la red social ayudó a organizar movimientos que han marcado el 2011, como la primavera árabe, el 15-M, o los disturbios de Londres. Pero ninguno de estos históricos alzamientos es tan multitudinario, contagioso y, a la larga, vano como los que se viven cada vez que el propio Facebook cambia su aspecto.

Esta semana ha sido buena prueba de ello. Hace diez días que Facebook empezó a implementar los cambios más radicales que se recuerden, y la respuesta de los usuarios ha sido la más agresiva hasta el momento. ¿Está justificada?

Facebook nunca ha cambiado sin lucha. En 2006, cuando esto de la red social era un invento para estudiantes sajones que había echado a andar hacía un año, cientos de miles de usuarios se hicieron a las armas porque a Zuckerberg se le ocurrió la atrocidad de reunir en una página principal la actividad reciente de todos los amigos de un abonado. La idea era no tener que ir perfil por perfil para ver qué estaba haciendo cada contacto. Tan aterrador invento se llamó news feed y tenía este aspecto:

Facebook-news-feed2005

Para ser la primera revolución de la generación Y, fue de lo más clarividente. Se fundaron grupos de "Rechazamos el News Feed de Facebook" con afluencia masiva, los estados de la gente se volvieron contra la misma plataforma que los estaba publicando, y hubo un consenso oficioso de que el nuevo invento era un atentado contra la intimidad de los usuarios. La prensa publicó titulares como "Facebook echa humo con los cambios" o "Furiosos con Facebook". La gente empezó a colgar en sus estados unos manuales de instrucciones sobre cómo reconfigurar los perfiles para evitar la novedad. Se crearon, en definitiva, los cimientos de la revolución en y contra esta red social.

A los pocos meses, Facebook vivió el mayor cambio en su historia: se abrió a todo el mundo. Pero la presencia de los nuevos inquilinos no se notó hasta marzo de 2009, cuando la masa crítica alcanzaba unas 300 personas que no sabían manejarlo sin news feed. Zuckerberg decidió competir con un nuevo y efervescente invento llamado Twitter e hizo que el news feed se actualizara automáticamente. Dividió las publicaciones en Principales y Más Recientes, mezcló los estados con los enlaces con el resto de novedades y añadió un botón incomprensible que decía "Me gusta". Facebook se convirtió en esto:

New-home-page-october-2009

Lo cual, para los estándares de la época, era inaceptable. De nuevo, las denuncias por atentado contra la intimidad. De nuevo, los manuales para dejar las cosas como estaban. De nuevo, los titulares. De nuevo, los grupos sistemáticamente en contra (que esta vez se titulaban "Queremos el news feed de antes"). Los cientos de millones de nuevos usuarios aportaron una novedad interesante: el bulo. Se hizo común alertar, a través de estados o de grupos, a los incautos abonados de que estos cambios eran en realidad parte de un gran plan para: a) empezar a cobrar por el uso de Facebook (a menos que se copie este estado en el muro de N amigos antes de mañana); b) vender los datos de los usuarios al mejor postor, ya sea Al Qaeda o la CIA; o c) usar las fotos personales en anuncios.

Bulos
Así y todo, Facebook siguió existiendo. El "Me gusta" pasó a ser un nuevo vocablo no ya exclusivamente de esta web, sino de la nueva era digital. Hasta revolucionó la publicidad 2.0. El nuevo aspecto se convirtió en viejo, y las masas terminaron por aceptarlo sin bajas reseñables.

Tanto lo aceptaron, de hecho, que cuando Zuckerberg anunció nuevos cambios el jueves pasado, la versión 2011 de la revuelta se convirtió en la más sonada conocida por el hombre digital. Las tácticas fueron las mismas de siempre: el estado, el manual de instrucciones...

Facebook2

... los bulos...

Facebook1

... los grupos ("Dejad ya de cambiar Facebook!") y los titulares.

Es sonora por el volumen de usuarios (800 millones), no porque los cambios sean diferentes a los anteriores. La intención es la misma que siempre: que el contenido de un perfil sea más accesible al resto de abonados. Lo que se espera que haga una red social.

Pero esto da mucho miedo. Lo dio con el news feed y lo da ahora que Facebook tira de fotos y comentarios pasados y ese compañero del nuevo trabajo puede leer cómo maldijimos al jefe cuando éramos becarios. La nueva función Ticker (traducida al español como Titulares o Teletipos) publica onerosos detalles de nuestra vida 2.0 como a qué estados estamos comentando o si estamos escuchando una banda sonora de Disney. Que esto inquiete al usuario medio es razonable.

Ese es sólo uno de los factores detrás del odio a los cambios de Facebook. También nos recuerdan que lo que compartimos con nuestros amigos en realidad se lo estamos cediendo a una corporación. Y provocan el rechazo a meter, obligatoriamente, algo nuevo en nuestra vida diaria. Como al principio se rechazó la idea de un PC en casa, un móvil en el bolsillo y, ahora, un portátil o una tableta en casa. Se niega su utilidad, se clama haber llegado al límite de lo que podemos dar de sí y se contempla la posibilidad de ser esa persona que, como las generaciones que vinieron antes que él durante miles de años, vivió sin la novedad. Luego, unos seis meses más tarde, se pregunta cómo hemos podido vivir sin ello hasta ahora.

Muchos han jurado dejar la red social para siempre. Dada la tendencia humana a odiar todo lo que se convierte en ubicuo, es una afirmación muy de moda. Como lo fue dejar MySpace en 2008. Pero en esta ocasión -y así seguirá siendo en el futuro cercano-, hay una salvedad: la ubicuidad es inevitable. No hay otro sitio al que ir. Cada vez más foros, páginas y más programas (Spotify, por ejemplo) requieren una identificación a través de Facebook para acceder a ellos. Y, de momento, no hay otro sitio en el que podamos seguir la imparablemente relevante vida 2.0 de nuestro entorno. Mientras la red orbite alrededor del ecosistema facebookiano, seguiremos usándolo.

Y estaremos ahí para cuando la cosa vuelva a cambiar. Es posible que, en cuanto la función Timeline (una infografía que ilustra los puntos claves de nuestra vida con la información que hayamos compartido en Facebook y que ya se puede activar voluntariamente) se active entre las masas, volvamos a ver otra revuelta en nuestros news feeds.

Será la primera que veamos desde nuestros Titulares, y a lo mejor para entonces éstos ya no nos parecen tan ofensivos.

Los niños prefieren las redes sociales a los juguetes

Un estudio demuestra que la mayoría de los menores ingresa en Facebook o Twitter a los 12 años

Ante la disyuntiva que se les presenta entre los juguetes tradicionales y las redes sociales, cada vez más niños de todo el mundo acaban decidiéndose por Facebook o Twitter. Así se indica en el Estudio global de seguridad y uso de la tecnología de consumo, elaborado por los expertos de la empresa informática Trend Micro, en el que también se recoge la preocupación de los padres por este cambio. El promedio de edad en la que se ingresa en este servicio de internet son los 12 años, aunque en países como Brasil ya ha bajado hasta los 9.

Según el magacín de la Unión de Consumidores de los Estados Unidos, Consumer Reports, 20 millones de asiduos a Facebook son menores. De ellos, siete millones y medio tienen menos de 13 años, y cinco millones todavía no han cumplido los 10. Los técnicos de Trend Micro han basado su investigación en las respuestas de más de 1.400 familias. De este modo han averiguado que tres de cada cuatro progenitores vigila los movimientos de sus hijos en la web.

J. L. Micó






jueves, 29 de septiembre de 2011

Twitter, termómetro de las emociones humanas



La red social Twitter no sólo es un nuevo medio de comunicarse las últimas noticias, conocer el día a día de los famosos o colaborar en revoluciones sociales (como la 'primavera árabe' o el 15-M). También ha servido para que un grupo de investigadores tomen el pulso al estado anímico de la Humanidad en función de la hora del día y la época del año. Y han descubierto que al margen de culturas, geografías o desarrollo tecnológico, los seres humanos sienten emociones muy parecidas en cada momento.

El exhaustivo trabajo, que se publica en la revista 'Science' esta semana, se ha basado en el análisis de 509 millones de mensajes enviados en Twitter (tweets) por parte de 2.4 millones de personas que viven en 84 países distintos durante un periodo de dos años.

Scott Golder y Michael Macy, de la Universidad Cornell de Ithaca (Estados Unidos), concluyen algo que ya dicta la intuición, y es que los seres humanos son más felices los fines de semana y también cuando se despiertan por la mañana que cuando se acuestan por la noche. Es decir, a medida que la jornada avanza, el buen humor se va deteriorando, hasta que se torna en malo (o casi). Sólo cuando piensan en la cama, vuelve el bienestar.

Los sábados, domingos y fiestas de guardar, sin embargo, los estados de ánimo positivo duran dos horas más por las mañanas, dado que esos días se duerme más. Y pasa lo mismo en países como los Emiratos Árabes Unidos, donde la semana laboral es de domingo a jueves, donde los días de buen humor coinciden con los festivos, como en el resto del planeta, algo que achacan a los ritmos de sueño y circadianos.

Mensajes en tiempo real

Los investigadores utilizaron un popular programa de análisis de texto, llamado Indagación Lingüística y Conteo de Palabras (LIWC, en sus siglas en inglés), para analizar los cientos de millones de 'tweets' y calcular en cuantos se expresaban emociones positivas (como entusiasmo, placer, actividad, alerta, etcétera) o negativos (angustia, miedo, enojo, repugnancia y otras similares). Por primera vez, se tomaron los comentarios en tiempo real durante dos años.

Todo parece indicar que el sueño y la cantidad de luz al día son determinantes para emociones cíclicas como el placer, la alerta, el miedo o la ira. Los dos 'picos' de 'buen rollo' diarios se tendrían por la mañana temprano y cerca de la medianoche, cuando el cerebro se prepara para la cama, mientras que las tensiones más desagradables coinciden con el tiempo destinado al trabajo.

Golder y Macy también determinaron el estado emocional según las estaciones para determinar si hay cambios entre invierno y verano. Aunque no pudieron revelar una relación total entre la cantidad de luz y el humor, si que la había entre las emociones y los momentos de disminución y aumento gradual de la luz en los solsticios de invierno y de verano, respectivamente. En otras palabras, cuando se va la luz, las personas se deprimen.

El psicoterapeuta Luis Muiño, experto en redes sociales, apunta que las personas mienten mucho cuando escriben respecto a sus sentimientos, por lo que considera que, metodológicamente, el estudio es algo flojo. "Es interesante utilizar Twitter, pero, en general, la gente miente mucho sobre sus emociones, suele ocultar las negativas y depresivas, y también la mentira", señala.

Otra dificultad que encuentra es el giro de las palabras en cadas idioma, que hacen muy complicado decidir qué emoción se está expresando. "En español, hay palabras que depende del contexto expresan una u otra emoción", recuerda Muiño.

Aún así, considera que las redes sociales son un instrumento novedoso y válido, pero sobr todo para la psicología social.

Fuente Rosa Tristán EL MUNDO

miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Nos vigila Facebook después de desconectarnos?


Se ha publicado en la prensa francesa, y me ha dejado un poco desazonado. Por lo visto, Facebook registra informaciones después de que el usuario se ha desconectado.

Las observaciones del australiano Nic Cubrilovic, especialista en seguridad informática, le han llevado a concluir que, cuando el usuario sale de la página, el site deja en su ordenador un fichero que contiene informaciones personales y continúa comunicando a Facebook elementos sobre la navegación del internauta.

Facebook, como otros muchos sites, utiliza un pequeño fichero, un cookie, depositado en el ordenador, y en el que almacenan informaciones sobre identidad y navegación del usuario. Es normal.

Pero, según Cubrilovic, no lo es que, cuando el internauta se desconecta, el cookie no queda borrado, sino simplemente modificado. El usuario que sigue navegando en otras páginas transmite así, sin saberlo, informaciones a Facebook.

Así, cuando alguien se conecta a la red desde un ordenador público y se desconecta, deja sus huellas digitales, que permanecen mientras no se supriman manualmente todos los cookies Facebook del ordenador.

Gregg Stefancik, ingeniero de Facebook, ha respondido <http://nikcub-cache.appspot.com/logging-out-of-facebook-is-not-enough> que los cookies no se usan para espiar a los internautas. Por el contrario, sirven para mejorar el servicio, personalizarlo, e incluso proteger a los usuarios de ataques, por ejemplo si les piden una segunda identificación cuando se desconectan desde un entorno no habitual.

Sin embargo, con noticias de ese estilo, y otras parecidas, es complicado sentirse seguros en Internet.

Por José Apezarena

jueves, 22 de septiembre de 2011

NOVEDADES EN FACE

Con la nueva estructura, el perfil podrá estar personalizado en el encabezamiento por una fotografía que ocupe todo el ancho de la página, que identifique "momentos únicos" de la vida del usuario, de manera similar a los diseños de los blogs, informó el creador de la poderosa red social.

En la nueva versión de los perfiles, la información que introduce el usuario podrá ser vista por sus amigos según su importancia.

Este cambio se ha realizado porque la página de perfil "es la historia de tu vida", explicó Zuckerberg.

Además, la nueva estética permite "destacar las historias que explican quién eres", dijo.

Con esta opción, los miembros de Facebook podrán "esconder" la información que consideran irrelevante para sólo mostrar "quiénes son", según Zuckerberg.

Por otro lado, Facebook presentó mejoras en la publicación de información relacionada con las aplicaciones.

Además, ha introducido una columna llamada "ticker" con las publicaciones que realizan los contactos al instante porque "hay cosas que quieres compartir sin molestar a todos los amigos".

Facebook puso hoy a disposición de los usuarios del portal una página para seguir en directo una retransmisión del evento.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Y AHORA ¿CUAL ES EL CAMINO?


Muchos recordarán el 2010 como el año de Facebook, Wikileaks y el iPad. La empresa de Mark Zuckerberg, hombre del año de la revista Time en 2010, estaba valorada en enero de 2011 en 50.000 millones de dólares, superaba los 600 millones de usuarios y crecía a un ritmo de 700.000 usuarios…al día. Sólo Alemania, China y Rusia se resisten un poco a una ola universal. Cada mes se añaden 3.000 millones de fotos a los perfiles de Facebook. Hoy, Facebook supera ya los 700 millones de usuarios y el 31% de los españoles tienen un perfil en esa red. Son cifras que, independientemente del futuro de la empresa, le aseguran un lugar en la historia de la comunicación.

El 28 de noviembre de 2010, Wikileaks adquirió protagonismo mundial con la publicación de sus “papeles secretos”. Era el triunfo de la transparencia “radical” de los entornos actuales de la comunicación, donde podría aplicarse la máxima “si no quieres que se publique, no lo escribas”. Los que difunden comunicación deben plantearse que todo está expuesto a la mirada escrutadora de la red. La exposición a la opinión pública de Julian Assange ha sido tan intensa que muchos consideraron que el fundador de Wikileaks debía ser el hombre del año de Time en lugar de Zuckerberg.

El iPad fue acogido con entusiasmo por los usuarios, que admiran tanto sus utilidades como su estética. Ordenador portátil y versátil como pocos, integra capacidades que antes exigían máquinas diferentes, y facilita compartir vídeo, música y presencia en medios sociales. Algunos diarios y revistas lo ven como una tabla de salvación. La “experiencia de uso” de diarios y revistas se ve considerablemente mejorada: nuevas oportunidades asoman en el horizonte. De momento, News Corporation y Apple se asociaron ya a través del esperado The Daily. El 2 de marzo de 2011 apareció el iPad2. A finales de marzo de 2011, se habían vendido ya más de 19 millones de unidades. Facebook, Wikileaks y el iPad pueden servir como símbolos del entorno actual.

“Hemos construido grandes

autopistas de la información,

pero nos hemos olvidado

de enseñar a conducir”

Un panorama rico en oportunidades

En la comunicación siempre ha habido luces y sombras, problemas y oportunidades. El actual panorama digital es rico en oportunidades. Podría decirse que el mundo está en la palma de nuestra mano, que estamos a “un sólo click” de contenidos actualizados e interesantes, que podemos tener una audiencia mundial. A la vez, la cercanía de noticias, entretenimiento, y juegos, provoca distracciones y empuja a algunos públicos a la gratificación instantánea, con sus lógicas secuelas de adicción.

Frenar el acceso a la red y los soportes móviles no parece la mejor opción educativa, y puede resultar incluso impracticable en la era “sin hilos”. Pero a estas alturas sería ya poco razonable ignorar los problemas que se derivan del uso inadecuado de los medios digitales. La mayor parte de estos problemas existían en los medios analógicos: el exceso en el “consumo”, la proliferación de contenidos que, por decirlo suavemente, lesionan la dignidad humana, la explotación del sensacionalismo…

Vida "online" y "offline"

La vida online no puede sustituir a la vida offline. Dicho de otro modo, la tecnología está al servicio de las personas, y debería hacernos más sociales.

En algunas situaciones las tecnologías pueden favorecer el anonimato. Y conviene subrayar que en la comunicación digital es frecuente que no estén presentes las pistas visuales y verbales que aportan los encuentros cara a cara. Pero también es verdad que la comunicación digital permite llegar a más personas y conservar con ellas al menos cierto grado de cercanía. A la vez, la multiplicación de “amistades”, en sí un fenómeno interesante y positivo, provoca también un crecimiento potencial de los encuentros con extraños y otros peligros. De esta manera, los riesgos de cyberbullying aumentan.

La cuestión no parece resuelta, pues algunos públicos demuestran una falta de empatía inquietante, que podría verse facilitada por el “automatismo” o la distancia en la comunicación de personas que más que hablar, envían mensajes. La conexión permanente está provocando ya síntomas evidentes de adicción, e incluso “síndromes” de falta de memoria.

La epidemia del narcisismo en Internet se hace compatible con un celo extraordinario por proteger la intimidad

Por tanto, otra de las paradojas de la comunicación digital es la tensión entre aislamiento y búsqueda de contacto con amigos y contactos profesionales. Por una parte, algunos parecen refugiarse en relaciones virtuales que sustituyen la conversación directa para personas con escasa empatía y competencias sociales. Por otra, se incrementa el número de amistades y se intensifica la relación con los que tenemos más cerca. ¿Estamos ante la autonomía o ante la socialización? De alguna forma, el aislamiento es un indicador de que la comunicación no funciona. Si usamos bien las tecnologías digitales, nuestra cercanía a los demás se incrementará. Estamos ante la presencia de una constante de la comunicación humana, que siempre encuentra nuevos modos de expresarse.

A veces, la distinción entre “vida online” y “vida offline” confunde un poco. La vida “online” o virtual es vida real (aunque no sea física). Es decir, la vida “online” es tan real como la vida misma, ocasión de despliegue de la propia personalidad y ejercicio de las virtudes (o de los defectos). Los que muestran respeto en la vida “offline”, son también respetuosos en la web. La web es una “plaza pública”, donde nos retratamos constantemente.

Por eso, también en la red es necesaria la etiqueta. Basta asomarse a los comentarios en los blogs, Twitter, Facebook o YouTube para descubrir usuarios que, amparados en el anonimato, profieren insultos, siembran discordia y se muestran descorteses, hostiles y enfadados. La red es una extensión de las relaciones personales. Por eso hay que reivindicar la comunicación franca y abierta, el optimismo, la cortesía, el respeto, el agradecimiento y la buena educación. Hay una revolución pendiente: la revolución de la amabilidad.

La avalancha de información y su velocidad

La extraordinaria abundancia de información es un problema creciente que afecta al consumo de medios y otros contenidos, pero también a su calidad. Tenemos acceso a multitud de datos, pero con frecuencia nos falta el contexto y la posibilidad de interpretación. El incremento de la cantidad de información no lleva consigo mayor calidad en los conocimientos.

Hemos construido grandes autopistas de la información, pero nos hemos olvidado de enseñar a conducir. Por eso, con mayor cantidad de datos y noticias hará falta más prudencia y selección. Se refuerza la necesidad de ordenar la información y no precipitarse, buscando evidencias sólidas y acudiendo a las mejores fuentes. Per se, la acumulación de información no nos hará más sabios. Los públicos necesitan el discernimiento necesario para seleccionar el menú adecuado y dedicar el tiempo pertinente. Al mismo tiempo, la abundancia de información no es un problema, sino una bendición para públicos que tienen más contenidos disponibles (y con frecuencia gratis). De esta manera pueden expandir sus posibilidades de acceso a información, conocimiento e investigación.

Las herramientas de comunicación digital y móvil han aumentado la rapidez en la transmisión de mensajes y noticias de última hora, facilitando la difusión global y la participación en tiempo real en distintos eventos. La velocidad de la información provoca efectos llamativos en cuestiones como la reputación de las personas, la difusión y ayuda en las catástrofes naturales, las campañas políticas, las movilizaciones sociales o las crisis económicas, como se está comprobando desde 2009.

Al mismo tiempo, la rapidez provoca errores de bulto, ayuda a extender rumores que pueden ser letales para la reputación, y puede dificultar la verificación y control de calidad de los contenidos. En la red, todos son “periodistas”, pero pocos son “editores”. La velocidad resulta ya imprescindible. Pero conviene subrayar la necesidad de reflexión para evitar precipitaciones. Necesitamos también precisión y calidad.

La epidemia del narcisismo

Otra de las cuestiones es la llamada “epidemia del narcisismo”, que, de forma algo paradójica, se hace compatible con un celo extraordinario por proteger la intimidad. La generación que algunos han definido como “generación del yo” busca activamente la “visibilidad”. Con una expresión que resulta significativa, en las redes sociales “creamos perfiles”, que resultan, de alguna manera, versiones mejoradas de nosotros mismos. Se trata de un proceso no exento de problemas que, al mismo tiempo, es parte del que da la oportunidad de tener una audiencia global de “amigos” y seguidores.

La “nube” almacena gran cantidad de información de los ciudadanos: vídeos, fotos y textos. Con frecuencia hemos perdido la pista de esos contenidos, pero están allí y pueden reaparecer en cualquier momento, ocasionando problemas diversos. No conservamos la “caja de cartas” con nuestras palabras e imágenes: hemos perdido la memoria y quizá hasta la capacidad de archivar.

Por eso surgen movimientos para que los consumidores puedan borrar su historial online. Se propone ya abiertamente el “derecho a ser olvidado”, seleccionando vídeos, fotos y textos en función del respeto a la dignidad y la imagen de los consumidores, que a veces necesitan también más conocimientos para comprender los “riesgos de la transparencia total”.

Desconectar para conectar

Estamos permanentemente conectados al mundo a través del móvil, en Twitter o Facebook, en el e-mail. Necesitamos estar en la red para acompañar a los amigos y familiares, o mantener el contacto con las redes profesionales. Pero la conexión permanente también genera inquietudes, y parece que se desmoronan las fronteras tradicionales entre la vida profesional y la vida familiar y de amistad. A la vez, surgen movimientos que proponen la “desconexión” y un estilo de vida más slow, que permita aprovechar mejor los mensajes y contenidos, encontrando verdaderos espacios de amistad y descanso, logrando “desconectar para conectar”.

En cierto modo, se podría hablar de una nostalgia de la desconexión, que resulta más valiosa cuanto más inalcanzable resulta. En realidad, el que necesite la conexión permanente no podrá poner en marcha proyectos con cierto calado, y estará abocado al flujo continuo de las novedades, que, paradójicamente, reducirá su productividad y eficacia.

Francisco J. Pérez-Latre es profesor agregado en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

QR ALGO MAS QUE UNA MODA


Si hablas sobre el tema de los códigos QR entre los primeros en adoptar esta tecnología, es probable que obtengas una respuesta apasionada. Algunas personas piensan que los códigos QR, esos cuadros en blanco y negro que se pueden escanear sobre cualquier cosa, desde vallas publicitarias hasta el envasado de productos, están en una trayectoria de crecimiento imparable, mientras que los escépticos se apresuran a descartarlos como una moda pasajera.

Esta reacción es común cuando los nuevos formatos o normas de la tecnología se están decidiendo. Los expertos quieren exhibir su habilidad para predecir el futuro y las partes interesadas quieren asegurarse de que su formato sea el ganador. El público en general, por su parte, tiende a sentarse a la espera de un formato particular que muestre su dominio.

Los códigos QR, en especial, son materia para el debate, ya que los códigos son intrínsecamente grandes y feos. Hasta el momento, no han experimentado la misma popularidad en América del Norte que han disfrutado en el extranjero, en parte porque muchos consumidores todavía se están acostumbrando a ver estos códigos y decidir qué hacer con ellos.

En mi opinión, no hay duda de que estos enlaces en el mundo real van a ser cada vez más parte de nuestra realidad y de la vida cotidiana. Si bien los códigos QR no serán la única opción tecnológica para los hipervínculos en el mundo real, creo que pronto serán reconocidos como una de las opciones más convenientes para conectar los elementos del mundo físico a Internet.


¿Por qué los Hipervínculos en el mundo real está en alza?

Si hay una cosa que se puede contar en nuestro futuro tecnológico, es que la información estará vez más extendida, disponible y relevante. Internet se ampliará a partir de una red de ordenadores a una red de todo, con la interactividad pre-programada en casi todos los objetos que utilizamos.

No hay duda de que la tracción código QR ​​en los EE.UU. va en aumento. La evidencia se ha demostrado en una serie de informes recientes del mercado, incluyendo un estudio realizado por Mobio Technologies Inc., que reportó un aumento de 9.840% en el uso de códigos QR para el segundo trimestre del 2011 (en comparación con el mismo período del año pasado).

Puede tomar algún tiempo antes de que adoptemos el escaneo de los objetos como información, pero esta relación directa entre el objeto online y el consumidor, en última instancia hará la vida más fácil. ¿Te has quedado sin hojas de afeitar? Escanea un hipervínculo en tu bote de crema de afeitar y ordena algunas hojas más.

Lo que dicen los excépticos

A pesar de la creciente evidencia de que los códigos QR están aquí para quedarse, muchos escépticos todavía creen que esta tecnología no es más que una herramienta de marketing, nueva y brillante, pero sin futuro. Estos son los tres argumentos que he visto en varias ocasiones:

Los códigos QR son sólo una tecnología transitoria: Es cierto que hay muchas alternativas a los códigos QR y, como nuestro mundo está cada vez interconectado, habrá una variedad de opciones tecnológicas en las empresas para elegir. Esto supone que una tecnología se hará cargo el mercado. Es más probable que un conjunto de opciones estará disponible para las empresas y los comercializadores que buscan aprovechar la web móvil. Diferentes aplicaciones demandarán diferentes tecnologías, y no solo la tecnología de los hipervínculos es la adecuada para todas las aplicaciones de marketing. Las principales ventajas del código QR son el coste, la sencillez y la facilidad de implementación. Los códigos QR no proporcionan sin ningún costo incremental a una agencia que ya está en la impresión o la venta de anuncios. Los códigos QR, sin embargo, ofrecer un mayor compromiso, y oportunidades potenciales al comercio móvil.

Más trabajo con poco o ningún retorno de la inversión: Sí, con el fin de leer un código QR, los consumidores primero deben ser capaces de identificar qué es un código QR y cómo funciona. A continuación, deberán descargar una aplicación de lector de QR, si ya no tiene una, con el fin de leer el código. Una vez que el código es escaneado, sin embargo, la recuperación de la inversión potencial para los consumidores es muy amplia y está limitada solamente por la imaginación. Ya se trate de acceso a contenido exclusivo, ofertas, promociones o descuentos, las empresas tienen una serie de opciones para recompensar a sus consumidores por el escaneo.

Que no resuelve los problemas de los consumidores: Hay dos tipos de innovaciones tecnológicas: las que resuelven los puntos dolorosos del consumidor en un mercado ya existente y las que proporcionan un enfoque completamente nuevo a la vida cotidiana. Los códigos QR son un nuevo enfoque que en última instancia, simplifica la forma en que los usuarios móviles pueden obtener información. Si bien es muy simple buscar información en la web móvil, las empresas inteligentes se dan cuenta de que uno de los principales beneficios de una campaña de código QR, es que ofrece a sus clientes de telefonía móvil un acceso instantáneo a algo que es único y no se puede acceder de otra manera.

Conclusión

Ya seas un fanático o un crítico de los códigos QR, una cosa es cierta: los hipervínculos en el mundo real está aquí para quedarse. Los códigos QR son sólo una de las muchas posibilidades de enlace, pero están apareciendo por todas partes - en todas las empresas de cualquier tamaño. La popularidad de los códigos QR continuará ganando impulso. En el futuro, el catalizador de su éxito en última instancia, se encuentran en las formas creativas de su ejecución.

Los vendedores tienen la capacidad de llegar a su base de clientes móviles de una manera que antes no era posible. Necesitan recompensar a los consumidores para ayudar a abrir este nuevo camino. Los resultados serán magníficos.

DOS EN UNO


EP / MADRID Ahora que un nuevo forastero ha llegado a la ciudad, los habitantes de los 'social media' se sienten rodeados. Muchos se han sentido atraídos por Google+ pero, claro, siguen teniendo centenares de contactos en Facebook y no pueden ni quieren prescindir de la asombrosa inmediatez de Twitter.

Dado que parecen convertirse en las tres redes sociales y de comunicación más importantes del sector, una aplicación ha venido para unificarlas todas en una sola. 'Social Plus' permite integrar las cuentas de Twitter, Facebook y Google+ para acceder a los contenidos y actualizar en tres 'timelines' divididos en otras tantas pestañas.

Sin duda, unificar estas redes sociales es cómodo. Sin embargo, a pesar de que los desarrolladores están trabajando en actualizaciones que mejoren la experiencia, 'Social Plus' sigue siendo bastante limitada. Por ejemplo, no incluye un muro unificado, sino uno para cada una de las redes sociales.

Por otro lado, tampoco se puede elegir publicar un contenido en las tres redes sociales, sino que es necesario copiarlos y pegarlos -ya sea un estado un enlace- en cada uno. Sin embargo, es una de las cosas en las que trabajan sus desarrolladores, junto a la integración de aún más 'social media', como Tumblr o Buzz, el "Twitter de Google".

De momento, 'Social Plus' solo está disponible para Android en dos versiones: gratuita con publicidad y de pago, sin anuncios y, por tanto, con más espacio para la información. Sus creadores están trabajando también en una versión para iPhone e iPad.

viernes, 2 de septiembre de 2011

DEBATE POLÍTICO EN TWITTER


Ha sido histórico en el Twitter. Dos personajes políticos de peso en Bolivia protagonizaron un debate político 2.0.

Sacha Llorentty, ministro de Gobierno, y Carlos Mesa Gisbert, expresidente de Bolivia, concentraron la atención de cientos de twitteros bolivianos, por poco más de seis horas con un intercambio de opiniones antagónicas y alusiones personales. Todo empezó en torno al conflicto por el Tipnis y llegó hasta el pasado político de ambas personas.

El debate se inició con un comentario hecho por Carlos Mesa Gisbert hace más de seis horas y ha concluido poco después de las 19.00 con la participación de twitteros que calificaron de positivo este intercambio de ideas e incluso acusaciones.

Ni el Ministro de Gobierno del Estado Plurinacional ni el expresidente de la República eran seguidores uno del otro, pero al cabo de esta jornada terminaron como followers.

“@sachallorenti Me congratula el que un funcionario de alto rango del gobierno se avenga a debatir democráticamente”, apuntó Carlos Mesa y luego añadió: “@sachallorenti Lamentablemente, debo dejar el twit ahora. Pero estoy siempre dispuesto al debate de ideas con ideas”. Este debate fue calificado de hito en la política 2.0 de Bolivia, por el analista y prolífico twittero Pablo Rivero. Y no estaba equivocado porque el evento electrónico fue seguido por cientos de personas que se sumaron con sus interpelaciones a ambos políticos. Al cabo de la jornada electrónica, hubo elogios a la actitud de Llorentty y Mesa. “@carlosdmesag Interesante un debate a 140 caracteres entre lenguas largas”, dijo Gustavo Vicente, mientras que twiteras como @meryvaca, @vittandress y @martinlondon, relevaron esta señal democrática. El primer paso fue dado, figuras políticas intercambiaron opiniones, lo que se esperaba es que respondan a los otros twiteros, lo que no ocurrió salvo en un caso, cuando Mesa dijo: “tienes razón”./Oxigenobolivia.com